Bien ve ni dooooooooooossssssssssssss

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sábado, 26 de noviembre de 2011

El sireno enamorado

En el agua, junto a unos arrecifes, mientras se bañaba, ella le vio bajo el agua. Un sireno espléndido, el sol refulgiendo en sus húmedas escamas.

El color dorado de sus cabellos y esos ojos grises y profundos la enamoraron instantáneamente.

El también se enamoró y muchos días nadaron juntos en las aguas frías de la costa.

Un día, ella le convenció con gestos de que saliera del agua. Lo cogió de la mano y lo adentró en la arena pedregosa de una solitaria cala.

Al llegar a un rincón acogedor él la miró un instante y lentamente cerró los ojos, abriendo y cerrando espasmódicamente las hendidas membranas del cuello.

Cuando hubo muerto asfixiado, ella acarició tiernamente su piel azul, su sexo de color verde esmeralda y después de posar un beso húmedo en su boca salada, con un cuchillo separó de los hombros la cabeza reclinada en su regazo. Arrastró el cuerpo al mar y le dijo adiós moviendo dulcemente los dedos de la mano.

En un bolso marrón con empedradura multicolor introdujo la cabeza agarrándola por los rizos dorados, sonrió y anduvo alegremente hasta su casa junto al acantilado, donde le aguardaba su magnífica colección de cabezas azules.

P.D.: Como podéis comprobar la imagen es para despistar jajaja.

El largo camino

Veo un camino que se pierde en el horizonte, justo donde cae herido el sol cada tarde. Y mis pies están recorriéndolo en solitario.

Detrás, he dejado partes de mí, aquí y allá. Esparcidas como hojas marchitas.

Miro mis manos y contemplo su vacío. No hay agua en sus palmas, no hay otras manos.

El viento me toca con sus fríos dedos la cara, y me arranca lágrimas muertas que ruedan huecas hasta mi boca.

Todo empezará de nuevo cuando dé un paso.

Todo acabará de nuevo cuando inicie otra vez el camino, solo.
¿Se puede morir de amor?, ¿se puede morir de desamor?

Tú contemplarás mi adiós en silencio. Tu rumbo… ya no coincide con el mío. Éste que andábamos juntos y que ya no compartes. Has roto tu amor por mí. Has roto mi amor por ti.

Parece muy triste y solitario el camino. Una vez más.
Pero ¿quién sabe? Quizás otra tú una a los míos sus pasos y vuelva a sentirme vivo.

Otra vez.